Introducción al libro pásate al modo avión
Introducción al libro Pásate al modo aviónLa tecnología ha acelerado nuestras vidas con la promesa de mejorar nuestra calidad de vida, pero la era digital también ha traído efectos perversos. Ganamos tiempo, sí, pero lo llenamos de más tareas, generando un desequilibrio entre lo profesional y lo personal. El “no me da la vida” se ha convertido en una frase habitual en una sociedad ultraconectada y dominada por el multitasking.Esta hiperconexión afecta directamente a nuestra atención. Olvidamos acciones cotidianas, perdemos el hilo de una lectura o nos distraemos en reuniones, lo que impacta en nuestro rendimiento laboral. En este contexto surge el Mindfulness Ejecutivo, una herramienta especialmente útil para gestionar la dispersión, el estrés y la presión profesional, problemas que también afrontan deportistas de élite, muchos de los cuales ya practican mindfulness.
La atención plena nos ayuda a entrenar la mente, principalmente a través de la meditación, favoreciendo la calma, la claridad y una mayor efectividad. Este entrenamiento requiere constancia hasta convertirse en un hábito capaz de transformar nuestra vida. No se trata solo de concentrarse mejor, sino de aceptar la realidad, actuar con compasión y gestionar las emociones con inteligencia.
El mindfulness nos permite reconocer lo que se conoce como “secuestro emocional”, cuando reaccionamos de forma impulsiva ante situaciones cotidianas. Aprender a observar las emociones, sentirlas en el cuerpo y crear un espacio antes de actuar nos da una ventaja clave: responder en lugar de reaccionar.
El Mindfulness Ejecutivo se desarrolla en cuatro fases: la gestión emocional para aliviar la presión; el control cognitivo para reducir el ruido mental; la integración como estilo de vida, favoreciendo decisiones más lúcidas y serenas; y la compasión, que conecta mente y corazón.
El mindfulness no es magia ni una moda pasajera. Funciona cuando se practica con conciencia plena y cuando, de vez en cuando, decidimos pasarnos al modo avión.
Mindfulness Ejecutivo y sus 4 fases
Si consigues que este estilo de vida se imponga frente al estrés y el descontrol veras que cuando practicas Mindfulness pasarás por cuatro fases bastante marcadas:
- Fase válvula presión (gestión emocional), donde a través de la práctica diaria lo utilizamos para rebajar la presión, es como el “pitorrito” de la olla que expulsa la presión cuando la olla no la puede soportar más. Hablaríamos de que empezamos a ser más conscientes en lo que hacemos, estar más presente en el momento, disfrutar de las cosas, de la comida, del café, de una sonrisa…
- Fase más control de la mente (Cognitiva), cuando meditamos de manera continuada y conseguimos reducir el ruido ambiental de la cabeza, conseguimos dominar los pensamientos y la mente provocando un estado de concentración que nos hace más productivos y efectivos.
- Fase como estilo de vida (Sabiduría), del conocimiento y la concentración pasamos a la sabiduría, pero no nos imaginemos un viejito sabio, si no tener la capacidad de tomar decisiones en calma, con lucidez. Y es cuando controlas tus emociones y estás más calmado, intentando vivir una vida más en paz contigo mismo y con tu interior.
- Fase compasión o (corazón del Mindfulness) cuando hablamos de bondad y que nos planteamos hacer cosas para de verdad conectar con el resto del mundo, sentir más con el corazón que con la mente. Esto te hace más sensible, las cosas de repente nos afectan más, pero por otra parte nos reponemos más rápidamente y asimilamos mejor a las situaciones desagradables.
El Mindfulness está de moda, y cada vez más somos más los que lo adoptamos como estilo de vida, a nosotros nos funciona, quizás por eso esta en boca de todos. Pero no es magia, solo tienes que saber que funciona cuando lo practicas con la consciencia plena y de vez en cuando te pasas al modo avión.

En este contexto he escrito junto a David Vivancos 