Innovacion Confluente. Robots colaborativos
La implantación de la inteligencia artificial (IA) y la robótica en el mundo empresarial está ocurriendo a un ritmo acelerado y los humanos con la falta de colaboración e inteligencia emocional, vamos a hacer que se acelere todavía más.
La noticia sobre UBTECH y su desarrollo de inteligencia de enjambre para robots multihumanoides resalta un punto clave: la colaboración efectiva no es solo una cuestión de intención, sino de estructura, optimización y alineación de objetivos. De alinear objetivos en las empresas sabe un montón Tirso Maldonado con los OKR.
Los robots y la inteligencia de enjambre: un modelo de colaboración eficiente
Los robots en el proyecto de UBTECH funcionan con un modelo de inteligencia de enjambre*, donde múltiples unidades trabajan juntas para alcanzar un objetivo común.
Este modelo se basa en:
- Comunicación constante: Los robots comparten datos en tiempo real y ajustan sus acciones en función del contexto y del desempeño del equipo.
- Aprendizaje colectivo: Si un robot aprende una nueva tarea o encuentra una solución más eficiente, esa información se comparte con toda la red.
- Sin ego ni competencia interna: No hay lucha por reconocimiento ni resistencia al cambio; simplemente actúan según lo que maximiza la eficiencia del conjunto.
Este enfoque contrasta con la manera en que los humanos suelen colaborar en entornos empresariales. A menudo, la competencia interna, la falta de comunicación efectiva y los intereses personales frenan la verdadera cooperación y esto frena la innovación.
¿Qué podemos aprender los humanos de estos robots?
Los robots no solo están optimizando procesos industriales, sino que también nos ofrecen una lección sobre cómo podríamos mejorar nuestra propia capacidad de trabajar en equipo.
Algunas ideas que se me ocurren:
- Eliminar barreras a la comunicación: Cuando la comunicación falla, falla casi todo. No solo en el mundo empresarial, sino en la relación con tu pareja, con tus amigos, etc. En muchas empresas, la información se fragmenta entre departamentos o individuos, generando silos de conocimiento y quien tiene la información tiene el poder, al menos hasta ahora. Los robots comparten datos sin restricciones, lo que les permite actuar de forma más coordinada. Tenemos mucho que aprender.
- Adoptar una mentalidad de mejora continua: Los humanos solemos resistirnos al cambio y aferrarnos a formas de trabajo obsoletas, es que siempre lo hemos hecho así e innovar no mola y es trabajoso. La IA y los robots aprenden constantemente, ajustando su comportamiento en función de los resultados.
- Poner los objetivos colectivos por encima de los individuales: En la naturaleza, muchas especies (hormigas, abejas, aves migratorias) se organizan en enjambres porque eso aumenta su probabilidad de éxito. Los robots de UBTECH están programados para hacer lo mismo. En cambio, los humanos en entornos empresariales a menudo caemos en rivalidades o luchas de poder que dificultan la colaboración, en algunos casos con tal de que el otro no gane, nosotros somos capaces de jorobarnos. La mejor opción es aplicar la frase “Nosotros es mejor que yo”.
Por qué la IA y la robótica dominarán el mundo empresarial
Si los humanos no mejoramos nuestras capacidades de colaboración, la IA y la robótica se convertirán en la mejor opción para tareas que requieran coordinación precisa, optimización y eficiencia. Esto no significa que los humanos quedaremos obsoletos, pero sí que las empresas que no integren estos sistemas quedarán rezagadas. La IA y los robots ya están demostrando que pueden trabajar mejor juntos que los humanos en muchas áreas, y su adopción seguirá creciendo. El absentismo laboral es otra gran lacra.
La pregunta clave no es si la IA y la robótica reemplazarán a los humanos, sino si los humanos aprenderemos de ellas para mejorar nuestra propia manera de trabajar. De todo esto va el concepto de Innovación Confluente. Un entorno donde la innovación es creada y gestionada por humanos y máquinas. Pero si me pongo a pensar seriamente, creo que los humanos lo tenemos crudo muy crudo, porque lo de ser ágiles y abrazar el cambio no lo llevamos muy bien.
*El concepto de Inteligencia de Emjambre lo conocí de mi buen amigo Javier Sirvent que lo aplica en su proyecto el 10 hombre.
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